El estrés también se nota en tu piel: cómo te afecta y cómo recuperarte
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Introducción
Te miras al espejo y notas que tu piel luce apagada, seca, con brotes o irritaciones... pero estás comiendo sano y usando buenos productos. ¿Qué está pasando? Tal vez la causa no está en tu rutina facial, sino en algo más profundo: el estrés.
Desarrollo
Cuando estamos bajo estrés constante, nuestro cuerpo libera cortisol, una hormona que en exceso puede:
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Disminuir la producción de colágeno
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Aumentar la producción de grasa (¡hola acné!)
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Desregular el sueño, que es clave para regenerar la piel
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Inflamar nuestro organismo, afectando también el intestino (donde se produce parte de nuestra salud dérmica)
¿Cómo recuperar tu piel desde el interior?
- Prioriza tu descanso: 7-9 horas cada noche
- Incorpora adaptógenos como la ashwagandha o el té de tulsi
- Crea una rutina de autocuidado que incluya pausas y respiración
- Nutre tu cuerpo con alimentos antiinflamatorios: aguacate, cúrcuma, frutos rojos
Reflexión final
Tu piel es un espejo de tu mundo interno. Cuando te cuidas emocionalmente, ella también lo nota.
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